Localidad: Oña

Entre el patrimonio artístico con el que cuenta Oña no solo se encuentra el religioso sino también el civil. Son varias las casas blasonadas y recién restauradas por sus titulares que nos muestran este no menos interesante patrimonio artístico y cultural. Si el turista que se acerque hasta nuesta Villa desea ver ejemplos típicos de arquitectura popular, estos son algunos de los ejemplos.

En la calle del Pan nº 12 localizamos un escudo de armas al que sirve de apoyo una cruz de Calatrava. Timbra este escudo un yelmo de altos penachos y abundante lambrequín, al que delimitan cuatro mascarillas, en la punta dos amores, uno a cada lado. En su campo aparece un león rampante y una estrella de ocho puntas en el cantón diestro del jefe. En la bordura ocho cartelas. Se trata del escudo de armas de la familia Alonso de Prado.

En la actual casa parroquial, calle del Agua nº 2, y recientemente restaurada, encontramos un escudo en cuyo campo hay sobre una peña, un trozo de muro almenado y sobre éste un castillo donjonado y mazonado, con una flor de lis a cada uno de sus costados. En la bordura diez cabezas de moros con turbantes. Se atribuye a la familia de la Peña y datable como el anterior en el siglo XVIII.

Enfrente y en el número tres de la misma calle, hay un blasón idéntico al existente encima del pórtico de la Iglesia de San Juan. Timbrado por un sombrero del que penden dos cordones con diez borlas cada uno. Divide su campo una banda engolada en boca de dragones. En el cantón siniestro del jefe, se acomodan cuatro estrellas de ocho puntas, y en el diestro de la punta, otras tres iguales en posición de banda. Corresponde el escudo al obispo don Pedro González Manso fallecido entorno a 1.535, y cuya sepultura se conserva en el claustro gótico de la Iglesia de San Salvador.

En esta misma calle del Agua y convertido hoy en Centro de Salud se conserva la fachada del Hospital de Santa Catalina, centro de beneficencia fundado en el siglo XV para acoger a cuantos pobres y necesitados recalaran en la Villa necesitados de asistencia sanitaria.

Los usos, costumbres y adelantos actuales han provocado que algunas de las construcciones y edificaciones de antaño hayan quedado hoy en desuso, este es el caso de lavaderos y abrevaderos. Existen dos ejemplos de éstos en Oña y que el Exc. Ayuntamiento ha rehabilitado y restaurado en 1.998, ello con el fin de preservar y transmitir a generaciones futuras. El primero con un marcado uso higienico y doméstico, se convertía en centro improvisado de reunión para todas aquellas amas de casa que iban a "hacer la colada". El segundo de uso ganadero para las caballerizas y demás bestias de la localidad.

Junto a la Oficina Mun. de Turismo se encuentra el arco de la Estrella, única entrada de la muralla medieval que hoy en día queda en pie.